domingo, 21 de octubre de 2012

Trastornos Musculo-Esqueléticos (TME). Parte 3 de 7. Por Juan Pacheco






Ing. Juan Pacheco 
   Twitter: @JAlfonsoSanchez
PARTE III. TME SEGÚN LA ZONA DE LA MOLESTIA
       CUELLO – HOMBRO - CODOS 



En artículos anteriores hemos hablado de las partes que conforman el SME y cuáles son las patologías que generalmente aparecen en estas regiones. En los artículos siguientes hablaremos de los TME según el área específica de donde aparecen. En este sentido hablaremos de las dolencias que afectan al cuello, al hombro y por ultimo y no mas importante el codo.


EL CUELLO
Según Åsa Kilbom, el dolor y las molestias en el cuello son algunos de los síntomas más comunes asociados al trabajo. Estos aparecen tanto en el trabajo manual con amplia demanda física como en el trabajo sedentario, y los síntomas a menudo persisten durante períodos prolongados; de hecho, en algunos casos durante toda la vida.

De ello se deduce que los trastornos del cuello son difíciles de curar una vez que han aparecido, por lo que se debe prestar la máxima atención a la prevención primaria. Tres son las principales razones por las que los trastornos del cuello son frecuentes en la vida laboral:

  1. La carga sobre las estructuras del cuello se mantiene durante períodos prolongados debido a las elevadas demandas visuales del trabajo y a la necesidad de estabilización de la región del cuello-hombros cuando se trabaja con los brazos.

  1. Los trabajos psicológicamente exigentes, con grandes demandas en cuanto a concentración y a calidad y cantidad de trabajo son frecuentes, y producen una mayor actividad de los músculos del cuello. Esta tensión aumenta más si el trabajo es en general psicológicamente estresante, debido por ejemplo a malas relaciones laborales, a la escasa influencia sobre la organización del trabajo y a motivos similares.

  1. Los discos y las articulaciones del cuello son a menudo asiento de cambios degenerativos, cuya prevalencia aumenta con la edad. Ello reduce la capacidad de soportar las sobrecargas de trabajo.

Posterior a la revisión de estas razones, continuaremos con los factores de riesgo específico asociados a estas condiciones:

La Postura
La flexión, extensión, curvatura lateral y torsión prolongadas del cuello producen fatiga muscular y pueden dar lugar a lesiones musculares crónicas y cambios degenerativos de la columna cervical.

Los Movimientos Repetitivos
Los movimientos repetitivos de las manos aumentan las demandas para la estabilización de la región del cuello y hombros, aumentando así el riesgo de problemas cervicales. Factores como las altas demandas de velocidad y precisión de movimientos, así como las grandes demandas de fuerza ejercida por las manos, implican demandas aún mayores de estabilización de las regiones proximales del cuerpo.

Factores psicológicos y sociales
Se han destacado especialmente factores como el estrés psicológico percibido, el mal control de la organización del trabajo, las malas relaciones con los superiores y los compañeros y de trabajo y las altas demandas de exactitud y rapidez en el trabajo. El mecanismo probablemente sea un aumento de la tensión en el trapecio y otros músculos que rodean el cuello, como parte de una reacción general de “estrés”.

Factores individuales
Características individuales como la edad, sexo, fuerza y resistencia muscular, la capacidad física para el trabajo, tamaño corporal, personalidad, inteligencia, hábitos en el tiempo libre (actividad física, consumo de tabaco, alcohol, dieta) y TME anteriores han sido tenidos en cuenta, como factores que podrían modificar la respuesta a las exposiciones físicas y psicosociales.
Las mujeres suelen presentar una mayor prevalencia de síntomas en el cuello que los varones. La explicación más probable es que la exposición a los factores de riesgo físicos y psicosociales es mayor en el sexo femenino, como ocurre en los trabajos con monitores, el montaje de pequeños componentes y la costura a máquina.

HOMBRO
Una de las estadísticas que más llama la atención con respecto a las patologías del hombro es que hasta un tercio de las mujeres y una cuarta parte de los varones se quejan de sensación de dolor en cuello y hombros a diario o cada dos días. En este sentido nombraremos los huesos que forman el hombro: la clavícula, la escápula (omóplato) y la articulación glenohumeral. La función del hombro es proporcionar una plataforma para la extremidad superior y para algunos de sus músculos.

Definidos estos aspectos, pasaremso a describir un poco las patologías específicas relacionadas con esta área

Trastornos del manguito de los rotadores y tendinitis del bíceps
Las tendinitis y tenosinovitis son inflamaciones de un tendón y de la membrana sinovial de una vaina tendinosa. Los tendones de los músculos del manguito de los rotadores (supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor), junto con la cabeza larga del bíceps braquial, son localizaciones habituales de inflamación en el hombro.

En estas localizaciones están implicados grandes movimientos de los tendones. Durante la elevación, dado que los tendones pasan a la articulación del hombro y bajo la estructura ósea (el arco coracoacromial), pueden resultar comprimidos, con la consiguiente inflamación. Estos trastornos reciben en ocasiones el nombre de síndromes de impactación.

La inflamación de un tendón puede ser parte de una enfermedad inflamatoria generalizada, como ocurre en la artritis reumatoide, pero también estar causada por inflamación local a consecuencia de irritación y fricción mecánicas.

Osteoartritis de las articulaciones del hombro y acromioclavicular
Las osteoartritis (OA) de la articulación del hombro y de la articulación acromioclavicular son cambios degenerativos del cartílago y del hueso en las articulaciones y los discos intervertebrales.

CODO
Si hablamos de los TME que afectan a los codos específicamente debemos empezar por la epicondilitis, la cual es un proceso doloroso que se produce en el codo, en donde los músculos que permiten el movimiento de la muñeca y los dedos contactan con el hueso.

Cuando este proceso doloroso se produce en la parte externa, se denomina codo de tenista (epicondilitis externa). Cuando tiene lugar en la parte interna de la articulación del codo, se denomina codo de golfista (epicondilitis interna). El codo de tenista es una enfermedad bastante frecuente en la población general, y en algunos estudios se ha observado una alta incidencia en algunos grupos profesionales con tareas manuales intensivas.

Se cree que la epicondilitis está causada por esfuerzos repetitivos e intensos de la muñeca y de los dedos. La epicondilitis suele aparecer a partir de los 40 años de edad, y es rara antes de los 30 años. Los síntomas consisten en dolor, especialmente durante los ejercicios de la mano y la muñeca; la prensión de un objeto con el codo extendido puede ser sumamente dolorosa.

Bursitis del olécranon
La bursitis del olécranon es una inflamación del saco lleno de líquido que está situado en el lado dorsal del codo (bolsa del olécranon). Puede estar causada por traumatismos mecánicos repetidos (bursitis traumática o “del estudiante”). También puede ser debida a infección o asociarse a la gota. Existen tumefacción local y movimiento ondulante a la palpación debido a la acumulación de líquido en la bolsa. El aumento de la temperatura cutánea indica la existencia de un proceso infeccioso (bursitis séptica).

Revisión Bibliográfica: 
Asociación de las Naciones Unidas en Venezuela (ANUV). Diplomado Internacional en Estudios de Ergonomía. (2012)
Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo, Organización Internacional del Trabajo, O.I.T., 3ra Edición, 2001



Elaborado por: Ing. Juan Pacheco.
Correo:  0800.focus@gmail.com

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