lunes, 17 de septiembre de 2012

Imteligencia Emocional, Desarrollo de Capital Humano y su relación con el Clima Organizacional. Ariana Rivas


Cuando aprendes a vivir contigo mismo,
 aprendes a vivir con los demás.
Ariana Rivas

Diferencias entre la Inteligencia Emocional (IE)
y el Coeficiente Intelectual (CI)
     En general, los distintos autores coinciden que el coeficiente intelectual (CI) es una forma de estimar el potencial de un individuo en relación a sus destrezas en razonamiento matemático y los procesos básicos del pensamiento (observación, análisis, síntesis, comparación, inferencias…). Y para muchos, este valor, sería un indicador del éxito académico o profesional del mismo.

   Por otra parte, la inteligencia emocional va mucho más allá, ya que viene a ser la habilidad que posee un individuo para reconocer el significado de sus emociones y sus relaciones con el fin manejarlas de tal forma que pueda obtener los objetivos que se plantee. Según Howard Gardner, psicólogo de la Facultad de Educación de la Universidad de Harvard, el 80% del éxito o el fracaso en las actividades que emprendemos - familiares, académicas, profesionales, etc. - dependen de la inteligencia emocional.

     En este orden de ideas, la inteligencia emocional sostiene que se puede tener gran capacidad y destrezas para solventar un problema en particular, no obstante si “permites” que las emociones de incertidumbre, ira, frustración, depresión u otro dominen la situación,  se hará mucho más difícil e incluso, no va a ser posible resolverlo.

Desarrollo de la Empatía y su impacto sobre el Clima Organizacional
     La empatía está relacionada al reconocimiento de las emociones ajenas. Es la capacidad que nos permite saber lo que sienten los demás, ir más allá de los mensajes verbales para percibir lo que les sucede mediante sus expresiones corporales, sus actitudes. Para conseguirlo, es necesario ser receptivo, sensible, respetuoso, requiere de nuestra atención y de nuestro real interés.

     Siendo una competencia, un potencial o una capacidad puesta en práctica, Daniel Goleman - autor de varios libros sobre inteligencia emocional – establece que existen cinco competencias que caracterizan la empatía: La comprensión a los demás, la orientación al servicio, el desarrollo de los demás, el aprovechamiento de la diversidad y la conciencia política. De esta manera, una persona empática:

·         Se abre a la comprensión de las personas que la rodean, trata de percibir como se sienten, comprender sus necesidades para poder ayudarles.
·         Se anticipa a las necesidades de las otras personas, poniéndose en el lugar de los otros.
·         Trata de motivar  y ayudar a los demás a desarrollar sus propios potenciales, refuerza los logros de los demás.
·         Reconoce las oportunidades de crecimiento que brinda el interactuar con personas procedentes de diferentes ámbitos.
·     Entiende las diferencias y lasa tensiones que pueden formarse en torno a las relaciones de poder y trata de canalizarlas en pro del grupo.

     Un ejemplo de empatía y sus múltiples beneficios, se encuentra dentro de las organizaciones. Cuando un gerente ha desarrollado sus competencias en inteligencia emocional y tiene como ejercicio diario la empatía, su personal se siente motivado, apoyado y comprendido por él, le tienen confianza. Estas cualidades lo convierten en más que un jefe, en un verdadero líder. En este sentido, se promueven los equipos de trabajo cohesivos y eficaces, así como la percepción del entorno de cada uno de sus integrantes mejora considerablemente.

     De esta manera, cuando un gerente logra estrechar las relaciones con su equipo de trabajo de inmediato se ven los resultados positivos sobre la calidad y la productividad, se reducen los problemas de ausentismo, desmotivación y bajo rendimiento; se genera un clima organizacional completamente funcional.

La Gerencia dentro del Equipo de Trabajo

     Cuando un directivo fomenta un clima funcional positivo
 con equipos de trabajo cohesivos
mejora de inmediato la calidad y productividad
de la organización.
AR

     Los directivos deben centrarse en la optimización de las relaciones interpersonales dentro de los equipos de trabajo incluyéndose como parte del grupo. Este debe entender que no puede generar cambios ni mejoras en los grupos sino participa de ellos, por esto debe desarrollar habilidades de empatía que generen un ambiente de respeto, confianza y compromiso por parte de todos los integrantes.

     El trabajo en equipo efectivo repercute en la satisfacción laboral, así como en el desempeño individual y grupal. En este sentido, las relaciones provechosas permiten que el equipo trabaje por un objetivo en común, y saca lo mejor de todos.

     Tal dijo el Ing. Juan Carlos Caramés en un foro sobre Inteligencia Social (2008) en FACES: “…las personas no tienen sentido de pertenencia con las empresas, las personas desarrollan  sentido de pertenencia a los grupos de trabajo”.

     Por su parte Ojeda (2000) expone que “Los equipos de alto desempeño requieren de gente que desde su hablar, su postura corporal y sus emociones se mantengan encendidos en una energía potenciadora, para que el equipo pueda irradiar luz y fuerza”. Así pues, el manejo de las emociones es un factor determinante en las relaciones interpersonales, y estas se manifiestan no sólo con palabras sino con su desenvolvimiento gestual, su rostro, una mirada. De allí que en determinadas ocasiones, hasta un resoplido puede desencadenar un conflicto de magnitudes romanas.

     Se hace necesario que exista comprensión que la manera cómo usted expresa sus emociones en todas sus dimensiones, marcará la pauta de cómo usted será tratado y a su vez, cuan cohesivo será el grupo en el que usted se desenvuelve.

Empezar por el Principio:
Ideas para concientizar el CÓMO SOMOS y desarrollar entornos más positivos.
·         Comience pensando que la única persona que puede cambiar la percepción que usted tiene de su mundo es usted mismo.
·         Ya ha pensado lo que quiere lograr en el próximo año y qué actividades va a realizar para alcanzarlas.
·         Reconozca cuáles son sus principales debilidades pero sobre todo Identifique sus fortalezas, el objetivo es potenciarlas. Ahora bien, ¿Cómo va a lograr mejorar en esos puntos débiles? Siempre puede pedir ayuda…
·         Haga un recuento de sus relaciones, identifique cómo maneja sus emociones en distintos entornos: familiares, laborales y sociales. ¿Qué cosas le generan estrés? ¿Cómo suele reaccionar ante estas situaciones?
·         ¿Cómo percibe su entorno laboral y su equipo de trabajo? ¿Qué puede hacer usted para optimizar esa apreciación?
·         Evalúese, ¿Cada cuanto se toma un tiempo para reflexionar en relación a su vida, su entorno y cómo este pudiera ser mejorado? Partiendo del principio que todo puede estar mejor de lo que ya es.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
·         Asociación de las Naciones Unidas en Venezuela  - ANUV (2008). Diplomado en Inteligencia Emocional.
·         Bar-On, Reuven (2012). Disponible en: http://www.reuvenbaron.org/bar-on-model/
·         Covey, S. (1997). Los siete hábitos de las personas altamente efectivas. Ediciones Paido Iberica, SA.
·         Martin, D. & Boeck, K. (2007). EQ. Qué es la Inteligencia Emocional. Editorial IMPROVE. España.
·         Ojeda, Amancio (2010). Ponte en Acción: 72 formas de Avivar el liderazgo. Editorial de la Universidad del Zulia.
·         Ribeiro, Lair (2000). El éxito no llega por casualidad. Ediciones URANO.


Lea el Artículo completo en:
http://www.mundocoachingmagazine.com/inteligencia-emocional-desarrollo-del-capital-humano-y-su-relacion-con-el-clima-organizacional/

Elaborado por: Ing. Ariana Rivas
http://0800-focus.blogspot.com/

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