Hoy el día, vivimos en una realidad que amerita de profesionales que
sean capaces de abordar situaciones cada vez más complejas y de forma dinámica.
Para ello, es necesario trascender a la tradicional segmentación de saberes en
disciplinas, desarrollando competencias que permitan manejar este contexto desde el saber ser, conocer y hacer; tal como
lo expresa Acevedo (2015) cuando dice
que “El ser humano se bifurca en dos momentos: actitud y aptitud… y ambos debe
capacitarse”.
En
este orden de ideas, las personas que deseen mantenerse competitivas, en
búsqueda de la productividad en el marco del desarrollo sustentable, requieren entonces potenciar su talento y
redefinir el alcance de su ámbito de acción. Es allí, cuando la neurociencia,
entra como una combinación del saber en el cual cada persona llega a ser lo que
su cerebro determina que es. De esta manera, Murillo (20013) sostiene:
Todo indica que el
estudio sistemático del cerebro ha tomado el relevo, en el campo de la
biomedicina, del que fue hasta hace poco su gran desafío: el Proyecto Genoma
Humano… En Estados Unidos, el presidente
Barack Obama ha anunciado que el próximo gran desafío para la investigación
científica es un gran proyecto destinado a cartografiar la actividad del
cerebro, el proyecto Brain (Brain Research through Advancing Innovative
Neurotechnologies, también conocido en su forma abreviada como el Brain Activity
Map Project). En Europa, el Human Brain Project ha sido declarado recientemente
como buque insignia de la investigación europea… Pero
sería un error creer que nos encontramos ante una iniciativa con repercusiones
meramente terapéuticas o asistenciales, pues la relevancia de los problemas que
aborda, unida a las expectativas -justificadas o no- que la acompañan, le
otorgan un enorme impacto social.(p.1)
Por tanto, los trabajos tanto del presente como aquellos que surgirán en
el futuro están principalmente centrados lo intangible, en la generación de
ideas…esencialmente basado en el capital intelectual, en la creación de know
how. Muestra de ello se evidencia cuando aquello que se creía “ficción” ahora
no solo es tangible sino además sobrepasa las ideas originales. Estamos en la
era de la mentefactura. Tal como lo presenta Cordeiro (2010:84) cuando sostiene
que: “las grandes industrias del futuro no serán de la manufactura sino de la
mentefactura. Las fábricas ya no dependerán de las manos sino de la mente. Las
tendencias mundiales son muy claras al respecto”.
Asimismo,
Pink (citado por Oppenheimer. 2010:52) resume que “hemos pasado de una sociedad
agrícola a una sociedad de trabajadores industriales, y a una sociedad de
trabajadores de la economía del conocimiento… Y ahora estamos dando otro paso adelante,
a una sociedad de creadores, reconocedores de tendencias y creadores de sentido
[...]”
El
ser humano, en principio desarrollar un estado de conciencia que tiene un cerebro. El cerebro es un órgano
estratégico y es a su vez el responsable ejecutar de todas las funciones
vitales. No obstante, hay que ir más allá, hemos de procurar mejorar el estado
de este valioso recurso. No sólo va en la mejora fisicoquímica del mismo (una
mejor oxigenación, alimentación, entre otros), sino además, practicas que nos
conlleven a canalizar mejor nuestras emociones.
El
manejo de las emociones a su vez es requerido para la toma de decisiones. Por
consiguiente, requerimos pensamientos positivos constructivos así como se deben
evitar las dispersiones internas y externas que agotan el cuerpo humano, por lo
cual podemos ejercitar nuestro cerebro empleando técnicas de focalización,
autocontrol, entre otras.
Referencias
Bibliográficas.
Acevedo,
Samuel (2015. Febrero, 5). Conferencia
sobre Neurociencia. [Exposición]. Valencia: Universidad de Carabobo.
Cordeiro, José Luis (2000). Benesuela vs. Venezuela: El combate
educativo del siglo. Ediciones CEDICE.
Murillo, Jose Ignacio (2013). Neurociencia y filosofía. Documento en
línea. Disponible en: http://www.unav.edu/web/vida-universitaria/detalle-opinion2?articleId=2797484.
Consulta. [2014. Febrero., 10]
Oppenheimer, (2010). Basta de historias: La obsesión latinoamericana con el pasado y las
doce claves del futuro. Ediciones Random House Mondadori, S. A. México.
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